Cada día me encuentro más casos de ansiedad entre los pacientes que vienen a mi consulta; unos por el trabajo, otros por la situación global actual, otros por problemas de salud…y muchos ni siquiera saben por qué.

Algo que me llama la atención es el aumento exponencial de casos de ansiedad. Es cierto que la situación mundial actual ha ayudado mucho a que esto ocurra, pero también es cierto que la ansiedad no aparece de la nada ni en todas las personas. Estaba allí antes como una semilla dormida que ha despertado cuando las circunstancias externas la han regado y activado.

La ansiedad a la vista del Ayurveda

Según la medicina Ayurvédica, la ansiedad es un desequilibrio del dosha Vatha, provocado por un aumento del elemento aire que forma este dosha.

En Ayurveda no “existen” las enfermedades tal como las entendemos en la medicina occidental. Se habla de desequilibrios y se busca devolver al equilibrio a cada persona (en muchos caso, no es fácil esta tarea).

Cuando el dosha vatha se desequilibra hay poca resistencia al estrés y la ansiedad es uno de sus principales síntomas. Algunas personas la manifiestan comiendo en exceso, o comiendo mucho dulce; otras personas lo manifiestan con una desazón y no saber qué quieren hacer, o qué quieren simplemente; otras personas lo manifiestan con no querer relacionarse socialmente…y tantas otras maneras que hay de manifestación.

Ese exceso de aire hace que la persona se vuelva más volátil y esté más perdida, por lo que el enfoque de reequilibrio se basa en enraizarla más.

¿Cómo enraizamos más con la comida?

Ayurvédicamente hablando, hay varias maneras de enfocar su reequilibrio. Una de ellas es mediante una revisión de los alimentos que comemos habitualmente. Para este caso, vamos a incorporar más alimentos de sabor dulce, puesto que este sabor actúa como relajante del sistema nervioso. Por supuesto, buscaremos el dulce en verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, espárragos blancos), en cereales (arroz, avena, trigo, quínoa), en frutas (melocotón, cerezas, plátano, uva roja), en carnes y pescados si las toman (pavo, cordero, pescado azul), en la leche de vaca o de arroz, avena o almendra, en la mantequilla sin sal o el ghee.

Otro factor a tener en cuenta es la potencia o energía del alimento, que en Ayurveda son dos: fría y caliente. Para los desequilibrios de vatha, que de por si tiene una energía fría, es mejor que los alimentos estén calientes y cocinados al vapor o cocidos.

De la misma forma, el exceso de aire da mayor sequedad a la personalidad vatha, por lo que trataremos de que las comidas sean aceitosas o con cierta cantidad de grasa, evitando cocinar a la plancha o al horno de forma habitual, ya que este formato de cocina reseca más los alimentos.

Otras maneras de reducir la ansiedad

Una de ellas es a través de los masajes, ya que en ayurveda estos forman parte de la terapia. A vatha le irán bien varias sesiones de masaje abhyangham, combinadas con algunas de Sirodhara y/o Sirochampi. Con el primer masaje, rebajaremos el nivel de estrés corporal y mental, preparando el cuerpo para los otros dos masajes, mucho más específicos para trabajar la sobrecarga mental y mejorar la relajación psíquico-física.

Además, incluir breves sesiones de meditación, de entre 5 a 10 minutos, dos veces al día, va ayudar a bajar el nivel de ansiedad. Estas meditaciones deben estar enfocadas en la respiración (la meditación usando el mantra So Hong puede ser muy útil), concentrándose en el movimiento de inhalación y exhalación para ir tomando mayor conciencia de uno mismo. Posiblemente, meditaciones más largas o más “creativas” provoquen o mayor estrés o una evasión de la mente que no mejora la situación existente.

En cuanto al ejercicio, es vital el movimiento suave (cómo hatha yoga, caminar, dar un paseo en bici, nadar, taichi, etc.) y diario, para eliminar estrés y oxigenar tanto la sangre como el cerebro.

Podemos usar también aromaterapia tanto aplicada sobre la piel como en el ambiente de nuestra casa. Por ejemplo, podemos usar aceites de jazmín, rosa, sándalo o vainilla.

He podido aplicar estas herramientas en pacientes con un alto grado de ansiedad, y he visto como han mejorado los síntomas y cómo se han ido encontrando mejor, reduciendo su nivel de estrés y mejorando su estado de ánimo.

La terapia ayurvédica propone una reestructuración de los hábitos cotidianos para que los beneficios sean a largo plazo. Si aplicamos las pautas que el terapeuta nos recomienda sólo durante un tiempo, los resultados serán temporales y más tarde volveremos a estar en la misma situación.

Para que el cambio sea duradero debe haber un cambio de hábitos importante, incorporando aquellos que nos hacen sentir bien y sanos, y desechando aquellos que nos perjudican. Si no se hace así, ningún beneficio perdurará en el tiempo.

Víctor Taltavull                                                                                                    Terapeuta y Formador Ayurveda                                                                            www.insayu.com